miércoles, 26 de octubre de 2011


LA TEORÍA CUÁNTICA  nos acerca la ciencia de lo infinitamente pequeño, de las partículas subatómicas, sintetiza 2 grandes corrientes del pensamiento: la energética oriental y la fisiología occidental. 
Los rusos, situados en la interfaz de las culturas orientales y occidentales, son los pioneros en este campo. Nicolaï G. Bassov y Alexandre Prokhorov recibieron en 1964 el premio Nobel de física por el descubrimiento del Máser (Precursor del Láser) en el año 54. 
La teoría cuántica es la quintaesencia de la química, la física y la biología, situando los elementos subatómicos de la materia, en el centro de la cibernética energética de la homeostasis. 
Desde principios del siglo XX debemos el conocimiento de la estructura del átomo a los trabajos del físico británico Ernest Rutherford. El concepto de quantum de acción, formulado por Max Planck en 1900, ha sido desarrollado desde 1926 hasta nuestros días por Louis de Broglie, Niels Bohr, Wolfgang Pauli, Werner Heisenberg, Erwin Schrödinger, Paul Dirac y algunos otros. 
Esta partícula elemental, al mismo tiempo corpúsculo y quantum de energía, como es el fotón, permite el mantenimiento de la coherencia de información de todo el organismo en un holograma homeostático. 
Fritz Albert Popp (1989, Emisiones electromagnéticas coherentes de tipo Láser, por el ADN celular, asegurando la comunicación de las células y de los tejidos. Más cerca de nosotros, se ha demostrado que los microtúbulos del citoesqueleto sirven de guía a ondas electromagnéticas milimétricas, que aseguran la resonancia y la coherencia de los conjuntos biológicos a frecuencias de 1013 Hz y sus armónicos. En lo que a noción de estructuras disipativas se refiere, desde los trabajos de Lashley y Pribram, que demuestran el funcionamiento en red de las poblaciones neuronales, el propio Pribram propuso un modelo de quanta ópticas holográficas para modelizar el cerebro en 1991 
Davidov, en 1987 y 1993, pudo explicar los mecanismos de transportes de la energía metabólica a través de la excitación de las cadenas moleculares. Freeman (1996, 2000) observó que las redes de neuronas funcionaban de forma sincronizada en fase y amplitud. 
Ya Ricciardi en 1967 y Umezawa en 1976, habían esbozado el modelo cuántico del cerebro, aceptando esta hipótesis. A finales del año 1997, el progreso de las máquinas de de medición de ondas milimétricas (con una sensibilidad del orden de 0,5. 10-22 W/HZ) hicieron posible la grabación de las radiaciones milimétricas humanas. 

En 1999, Pessa aplicó y verificó el modelo disipativo cuántico del cerebro para las redes de neuronas. En 2000, Eléonora Alfinito verificó la teoría de los campos cuánticos observando que las ondas dipolares cuánticas, tenían frecuencias variables en el tiempo y en el espacio, tanto para los fenómenos mnésicos como para las actividades cerebrales localizadas. 
Este concepto "del ser vivo" ha sido considerado por Sitko, como el 4º componente de la organización cuántica de la naturaleza, después de la molécula, el átomo y el núcleo. 
Está demostrado que existe un fuerte campo eléctrico ( # 105 V/cm) en la superficie de las membranas de cada célula viva. Considerando que las propiedades físicas de las membranas permiten oscilaciones a frecuencias de entre 1010 a 1011 Hz (es decir, las ondas milimétricas), Sitko concluye que cada célula de cada organismo vivo, puede ser considerada como una fuente de bomba electromagnética.
Por medio de los sistemas de medida radiométrica de gran sensibilidad, se han podido precisar las propiedades radioeléctricas del organismo humano: las radiaciones tienden hacia un nivel constante para cada organismo específico 
Para diferentes personas, el nivel de radiaciones puede diferir en 2 o 3 valores 
La potencia de las radiaciones depende del estado funcional del organismo, del tipo de vida y de la nutrición. En 1954, el Dr. Rheinhold Voll (1909-1990), médico alemán de Plochingen, mide a través del organómetro de Voll,  la resistencia de los órganos y de los sistemas del cuerpo humano, al paso de una corriente continua de 1,28 V (tensión mínima que se aplica entre 2 electrodos para obtener el paso de la corriente sin alterar los sistemas biológicos). Varios miles de enfermos fueron examinados con este procedimiento. Sus trabajos fueron contrastados y publicados en 1986, por Fritz Albert Popp, estudioso con fama mundial, en el Centro de biofísica celular de Kaiserlautern, en Alemania. De esta manera, Voll pudo medir la resistencia de los órganos y los sistemas del hombre. Estas resistencias varían entre 1000 y 2 kilo ohmios. 
Un individuo sano, en equilibrio homeostásico, presenta valores de 100 k ohmios por divisiones de medidas, con límites comprendidos entre 140 y 94 k ohmios. Cualquier aumento de las resistencias indican un proceso de hiporreactividad, de hipofuncionamiento (superior a 140 k ohmios), y cualquier disminución de las resistencias indican, tanto un proceso irritativo (entre 94 y 71 k ohmios), como un proceso inflamatorio, o una intoxicación (resistencias inferiores a 70 k ohmios).
Pflaum (entre 1979 y 1982) y de V. Schmidt, sobre la regulación neurohumoral, de R. Sheldrake, T. Moss y P. Mandell, han demostrado que todo proceso de patología viene precedido, desde hace más o menos tiempo, por un desequilibrio neurofuncional y por constantes eléctricas regionales.
Los trabajos de investigación en bioelectrónica de L.C. Vincent, han permitido la elaboración de técnicas de medida de las microcorrientes biológicas. Este método ha sido automatizado e informatizado por la empresa alemana Medtronik. 

Está basado en la noción "de electrocitrotion". El campo eléctrico creado por un generador entre 2 electrodos cutáneos, ánodo y cátodo alternativamente, induce una polarización del volumen biológico atravesado por este campo, transformando el flujo de electrones en corriente de iones. Aplicando la ley de Ohm, el sistema puede así calcular las cantidades de iones H+ (ácidos) y básicos (HCOO ácido perfórmico) de los diferentes tejidos de las zonas atravesadas. 
Los procesos de oxidorreducción que regulan permanentemente todos los mecanismos celulares de equilibrio de membranas, de intercambios de iones, de actividades enzimáticas, de presiones osmóticas, del rh2, del pH e, resumiendo, del campo eléctrico humano. 
Todos ellos obedecen a leyes y a obligaciones muy rigurosas. Así por ejemplo, la bioelectrónica de Vincent permite, mediante el análisis del pH, resistividades y potenciales redox (rH2) de la sangre, de la orina y de la saliva, la medida de las microcorrientes biológicas.




miércoles, 3 de agosto de 2011

La red de meridianos energéticos

  Según la MTC, en el cuerpo humano existe una red de canales, llamados meridianos, que conecta todos los órganos, tejidos y células. Si analizamos el recorrido que realiza el sistema circulatorio sanguíneo, el sistema nervioso y el linfático con el recorrido de los meridianos por donde circula la Energía Vital comprobamos que existe una correspondencia, esto se debe a que la Energía Vital es necesaria para mantener a todos en activo y en funcionamiento. El sistema de meridianos se entiende como un proceso y no como una estructura orgánica.


  Los ocho meridianos extraordinarios se encargan de administrar la Energía Vital Original o energía heredada (y por tanto de reserva limitada), que reside en los riñones. Éstos mezclan su Energía Vital Original con la Energía Vital Nutritiva en los meridianos principales, y con la Energía Vital Protectora en los meridianos tendinomusculares. Actúan como depósitos, vertiendo energía a los meridianos principales cuando tienen una carencia o recogiéndola cuando sufren un exceso.

Dos de ellos, el canal gobernador y canal concepción son especialmente importantes, pues forman un circuito energético llamado orbita microcosmica. El Canal Gobernador nace en los riñones, en donde recoge la Energía Vital Original, baja hasta el periné para unirse al Canal Concepción, sube por la línea media de la espalda hasta la coronilla, y desciende cruzando el entrecejo para terminar en el labio superior. El Canal Concepción nace también en los riñones y baja hasta el periné, donde emerge a nivel cutáneo, ascendiendo por la línea media del abdomen, pecho y garganta hasta el labio inferior. La lengua que descansa en el paladar hace las veces de puente o interruptor, conectando los dos canales. El Canal Gobernador es el regulador de toda la energía Yang del cuerpo, mientras que el Canal Concepción controla toda la energía Yin. En la meditación llamada por los taoistas la Orbita Microcósmica, dado que describe una órbita alrededor del microcosmo humano, la mente guía de manera consciente y por tanto de manera constante y uniforme la Energía Vital Original que sube por el Canal Gobernador mientras se inspira y baja por el Canal Concepción mientras se espira, siguiendo un ciclo ininterrumpido, de esta manera se dinamiza y se aumenta el caudal de Energía Vital Original que en su trayecto libera posibles bloqueos que pueden existir en este circuito energético, que es de vital importancia.

Por los veinticuatro meridianos principales, doce en cada lado del cuerpo, circula la Energía Vital Nutritiva. Cada meridiano Yang es la órbita energética de un órgano Yang, y cada meridiano Yin es la órbita energética de un órgano Yin.

En los brazos como en la piernas hay tres meridianos Yang y tres Yin. Los meridianos Yang de los brazos empiezan en los dedos de las manos y terminan en la cara. Los Yang de las piernas empiezan en la cabeza y terminan en los dedos de los pies. Los meridianos Yin de las piernas empiezan en los dedos de los pies, finalizando en el tórax. Los Yin de los brazos empiezan en el tórax y terminan en los dedos de las manos. Cada meridiano Yang se conecta con otro meridiano Yang en la cabeza; y los Yin con otro meridiano Yin en el tórax.

Los meridianos tendinomusculares son ramas secundarias de recorrido superficial, que se derivan de los meridianos principales. Por ellos circula la Energía Vital Protectora, un buen caudal de esta energía, contrarresta los efectos de las energías externas como el frío, el calor, el fuego, el viento, la sequedad y la humedad, equilibrando la homeostasis interna.

martes, 2 de agosto de 2011

La torpeza bioeléctrica de la ciencia

La ciencia occidental es el único sistema de conocimiento que no ha tenido en cuenta a la energía para desarrollar sus teorías de funcionamiento del cuerpo (Wong Kiew Kit "Sifu", "El arte del Chi-kung"). Del mismo modo, considera a la respiración como un mero intercambio gaseoso ignorando la importancia de la polaridad electromagnética del aire. Desde el momento en el que Einstein postuló que la energía y la materia eran intercambiables, todo el modelo mecanicista del funcionamiento del cuerpo debió ser revisado, cosa que no ha se ha producido, al menos de cara a la opinión pública. Esto no es esoterismo sino que es tangible y, por lo tanto, medible. Pero pone de manifiesto lo difícil que es cambiar lo establecido aunque se haya demostrado que es anticuado, por  no decir incompleto o, incluso, falso. Está clara la fortaleza de los campos morfogenéticos y su defensa ante las nuevas, pero sólidas, ideas. Ya tenemos toda la información para tener una visión más global de ese fluido que llamamos vida que puede incluir la materia (muy bien definida occidentalmente) y la energía (muy bien definida orientalmente).
Por otro lado, también podría ser una herramienta poderosa para el pueblo si llega a imponerse. No es rentable para un sistema capitalista que necesita ladrillos en la base de la pirámide que no hagan preguntas y desaparezcan pronto.


Los componentes de la instalación eléctrica humana
  El Dr. Yang Jwing-Ming hace una fantástica analogía entre los componentes habituales de un sistema eléctrico artificial y el del cuerpo humano, desde el punto de vista de la Medicina Tradicional China (donde la concepción de la salud es eminentemente electromagnética). La fuerza electromagnética es el combustible del cuerpo físico. Los meridianos son los cables por donde circula. Los cables forman una red eléctrica que alcanza todo el cuerpo a través diminutos meridianos luo (~ nadis). Los vasos o meridianos extraordinarios son los condensadores que regulan la corriente del circuito. Finalmente, los órganos internos son los componentes como resistencias y bovinas, que modulan el tipo de fuerza electromagnética a partir de sus propiedades iniciales más indeterminadas. Habría que añadir que el cuerpo también dispone de toma de tierra. Esta se inicia a nivel del primer chakra (punto kunda / perineo / base de la próstata) o la raíz agua de los riñones, y recorre ambas piernas a través del meridiano del riñón / nervio ciático, pasando por las rodillas (donde se almacena la energía condensada sobrante), llegando a la planta del pie (punto R1, inicio del riñón). Si la toma de tierra no funciona, la persona tendrá tendencia a ser nerviosa por acumulación de energía en los chakras superiores.
Los diferentes tipos de combustible adquieren características de elementos de la naturaleza, como la madera del hígado (energía creciente) o el metal del pulmón (energía condensándose), entrando en juego una compleja red de interacción entre tipos de energía con distintas propiedades, representados en el ciclo de creación-destrucción de los elementos y que es altamente dependiente de los biorritmos. Los distintos órganos (y chakras) manejan energías con distinta longitud de onda, determinando la intensidad del campo, además de relacionarse a través de su elemento con otros factores como tipo de emoción, color, sabor y momento del día de dominancia. Los meridianos son a los ríos, como los vasos (meridianos extraordinarios) son a los lagos (Li Ping, "El gran libro de la Medicina China"). Los vasos actúan regulando el flujo de energía a los componentes (órganos internos) para que la circulación sea uniforme, evitando que éstos se quemen durante la juventud o se descarguen durante la vejez o épocas de agotamiento. Por esta razón, el dominio sobre los vasos es vital en el control de la energía del cuerpo, con todas las ventajas que ello conlleva. Finalmente, hay que cuidar todos los componentes a lo largo de toda la vida mediante los hábitos adecuados.


El flujo de la energía
  La transmisión de la energía precisa de 2 factores: alta conductividad y baja resistencia. De lo contrario, el cable se funde.
Investigaciones científicas recientes han descubierto que el tejido por el que se transmite el chi es la capa de fascia de tejido conjuntivo. El conjuntivo es un tejido que microscópicamente se extiende a través de todo el cuerpo llegando a todas las células (Mantak Chia y Juan Li, "La estructura interna del tai chi"). Existe por lo tanto una gran relación entre los meridianos y el tejido conjuntivo. Este tejido consiste en una fina estructura reticular cristalina. Cuando se comprime, es capaz de generar señales bioeléctricas y fundamenta la efectividad de los ejercicios de chi kung y tai chi. Este mismo efecto es aún más acentuado al comprimir la estructura ósea, con chi más interno, ya que tiene propiedades piezoeléctricas al igual que el cuarzo (cuando se comprime genera energía eléctrica proporcionalmente a la presión). La relajación y respiración abren los canales. Para que el tejido conjuntivo pueda transmitir la energía se necesita que el cuerpo esté relajado, cosa que es imposible si los músculos están tensos, por eso en los ejercicios energéticos se utilizan los tendones y no los músculos, por sus propiedades de almacenar la energía por su contractibilidad. Sin el tendón de Aquiles, el tendón más fuerte del cuerpo, el simple movimiento de andar consumiría el triple de energía.
La composición molecular de la fascia determina la resistencia del flujo energético. La grasa es un tejido con alta resistencia. Si el porcentaje de grasa es alto, la energía no circula con fluidez, y esa es la razón de que parte del programa de entrenamiento chi kung se incluyan dieta, masajes y golpeos para eliminarla a través del sistema circulatorio y linfático. Probablemente ocurra lo mismo con la retención de líquidos, exceso de agua y sal en el espacio intercelular, aparte de suponer un lastre inútil para el cuerpo.
¿Por qué se mueve la energía? 
Como cualquier otra magnitud física, el flujo se genera cuando existe un desequilibrio entre 2 partes comunicadas, reestableciéndose así el equilibrio. En este caso, la cantidad de fuerza electromagnética depende de la diferencia de potencial entre la parte más yin del meridiano, que es el punto de partida situado en la mano o el pie, y la parte más yang, situada en la parte superior del tronco o la cabeza. Al mismo tiempo, la energía se mueve por una compleja red de canalillos, análoga a los capilares circulatorios y la red nerviosa, denominados canales Luo (Li Ping, "El gran libro de la Medicina China"). La electricidad siempre se mueve del polo negativo al positivo, ya que son los electrones (carga negativa) los que se mueven. De este modo, la diferencia de potencial genera un flujo que atraviesa todas las células del cuerpo, nutriéndolas de la fuerza electromagnética esencial para la vida óptima.
Problemas con la polaridad de los meridianos son sinónimo de enfermedad, pero puede reestablecerse mediante agujas, masaje o ejercicios específicos.
La parte más yang del sistema está representada por el elemento fuego del corazón. La parte más yin por el elemento agua del riñón. Para equilibrar el sistema hay que equilibrar el fuego y el agua, algo esencial para mantener el correcto tempo de la vida en todas las funciones fisiológicas. El punto en el que ambas fuerzas, la positiva y la negativa son fuertes la polaridad es mucho más fuerte. Este punto es el tan tien, que coincide con el tercer chakra o el plexo solar.


Las fuentes de combustible. Modos de adquirir fuerza electromagnética
  Éstas son las 6 fuentes de energía electromagnética
1. Energía del entorno. Proviene de los cuerpos cósmicos en función de cercanía y tamaño. La más importante es el campo magnético terrestre. Posteriormente vienen el sol y la luna, y luego el resto de planetas, estrellas, etc. Desde el desarrollo de la tecnología, todos los aparatos han generado radiación dañina energéticamente para la vida (cables de alta tensión, microondas, frigoríficos, televisores, ordenadores...). Especialmente importante son los teléfonos móviles, por la cercanía del campo emisor.
2. Alimentos. Es muy dependiente de la digestión, lo que no se reduce a monómeros no se utiliza y se elimina por las heces (causando problemas adicionales). Una vez digerido y absorbido, el alimento debe metabolizarse mediante reacciones enzimáticas que necesitan vitaminas (especialmente del grupo B), si no se han ingerido con las fuentes de energía no se producirá ATP (la forma molecular de almacenamiento energético de la célula).
3. Aire. Su importancia se refleja en que la palabra chi (~ energía), también significa respiración. La respiración correcta permite a la mente actuar, eliminando todos los males, por lo que también influye en la siguiente fuente de energía. Su capacidad energética es directamente proporcional a la polaridad que tenga. La relación entre iones cargados negativamente y positivamente debe ser lo mayor posible (es de ~ 3 en el campo o montaña y ~ 1/500 en ciudad (~1500 veces peor) ), y no está relacionado de un modo exacto con el porcentaje de oxígeno y anhídrido carbónico en al aire. El cuerpo absorbe el chi del aire a través de un tejido esponjoso excitable, similar al de los órganos sexuales, que se encuentra en el interior de los senos nasales. De ahí pasa directamente a los meridianos que pasan cerca de la nariz, como los vasos concepción y gobernador, los más importantes, que se funden en el paladar superior. Se ha demostrado científicamente que atmósferas con elevada polaridad de carga negativa favorecen el crecimiento de plantas y animales superiores, mientras que impide el desarrollo de bacterias y virus patógenos, quizá por la mejor función inmunológica o porque no adquieren la ventaja adicional de crecimiento que poseen en atmósferas cargadas positivamente o no cargadas. También mejora el metabolismo, la visión y la estabilidad emocional, equivaliendo a un aumento de serotonina pero sin ingerir Prozac. Cuando hay pocos iones cargados negativamente aumentan las posibilidades de infecciones, alergias, letargos y problemas emocionales como depresión o ansiedad. Es esta ansiedad la que excita a las aves e insectos antes de una tormenta debida a la acumulación de iones cargados positivamente. Del mismo modo, un aumento de la tensión sin causa aparente puede significar un descenso en la fuerza electromagnética que debe ser estudiado (puede ser un peligro inminente o un "vampiro energético"). Las partes más yang del biorritmo generan iones cargados positivamente (verano, fase de luna llena), y por eso, en parte, quizá en esas épocas es más difícil trabajar. El Dr. Félix Gad Sulman (Universidad Hebrea de Jerusalén) descubrió que hay una cuarta parte de la humanidad cuyos sistemas nervioso, hormonal y respiratorio son muy sensibles a la pérdida de electricidad estática del aire. Los iones cargados negativamente se originan a partir de la interacción entre el aire y las radiaciones cósmicas (radiación solar de onda corta...) descritas en el primer punto, contrariamente a los iones cargados positivamente fruto de la radiación derivada de la tecnología y contaminación o productos químicos volátiles en el aire (moléculas grandes, pesadas e inertes). Otras fuentes de iones cargados negativamente son producto del choque de moléculas de agua durante la lluvia, olas o cascadas (mediante "efecto Lenard"), el viento, la función clorofílica de las plantas (como el wheatgrass) o el uso de aparatos ionizadores de aire (mediante "efecto corona").
Otro concepto importante es el de gradiente de potencial (voltios / metro) del ambiente que condiciona el campo electromagnético de un área determinada. En la montaña y otros lugares donde el aire tiene mucho chi, en el rango de la altura de una persona puede haber una diferencia de potencial de 400 V desde la cabeza a los pies. El potencial es mucho menor en la ciudad y sobretodo en sitios cerrados, donde se puede sufrir un efecto llanura, análogo al agua estancada.
4. La mente. El pensamiento tiene la capacidad de relajar partes específicas del cuerpo, haciendo que la energía circule con más libertad. Puede considerarse incluso la forma más poderosa de generar fuerza electromagnética, una vez que se dominan técnicas de visualización, meditación y su influencia en la respiración. Para sentir la bioelectricidad hay que estar muy atento a los cambios repentinos de temperatura, cosquilleos, pinchazos o entumecimientos, y estudiar a qué se deben. La mente también tiene la mayor capacidad de aniquilación de la bioenergía. Esto sucede cuando se activa la amígdala de un modo constante, es decir, cuando no puede sobrellevar una situación estresante o se padece alguna patología emocional. En ese caso, hay que fortalecer las conexiones entre la amígdala y el neocórtex, puesto que la función de ésta también es necesaria, pero en su justa medida. Cuidado con los niveles de endorfinas (dopamina versus serotonina).
5. Ejercicios. Deben usarse los tendones y no los músculos, que consumen muchos recursos impiden el flujo energético. El chi-kung y el tai-chi consiguen movilizar la energía almacenada a partir de los alimentos y el aire. Aumentan la presión sobre el tejido conjuntivo, óseo y tendones, y de este modo incrementan la bioelectricidad utilizable.
6. Esencia prenatal. Es la energía denominada "anterior al cielo". Proviene de los ancestros, especialmente los padres, y se encuentra en los riñones. Puede equipararse, arriesgadamente, a la capacidad genética y la adquirida durante los primeros años, para generar y gestionar la energía. La energía "posterior al cielo", adquirida principalmente a través de la alimentación y el aire se está usando constantemente. La anterior al cielo, es una energía más densa y entra en acción en las últimas fases de la vida y en periodos críticos, por lo que no debe malgastarse a través de problemas crónicos.. Se recarga durante la noche, por ser ésta la fase diaria del elemento agua del riñón, y por los ritos del kaya kalpa usados para alargar la vida . 
Es dependiente de las hormonas. Las hormonas tienen información, biológicamente interpretable, para usar la energía almacenada. Hay que recordar que los niveles hormonales adecuados pueden perturbarse fácilmente por conflictos emocionales y roturas de biorritmos.
"La vida es una infinita e inteligente interacción de energías electromagnéticas transportadas por sustancias químicas"
Dr. F.K. Bellokossy


Reguladores de la energía
  Lo hacen a través de la mente, por las características del subconsciente labradas durante incontables generaciones. Su correcto uso es definitivo a la hora de tener un control sobre la vida. Son potentes inductores de tipos de energía específicos. Por ejemplo una luz fuerte, induce un tipo de energía madera o incluso fuego. Una luz débil, induce metal o agua. Aromas....


Energía de los seres animados y los inanimados
Todos los átomos que conforman la materia del universo tienen energía, por lo que, lógicamente, tanto seres vivos como inanimados tienen energía (¿y vida?). Esencialmente es el mismo fluido pero con la diferencia de que en los seres vivos adquiere propiedades adicionales, y está relacionado con que los seres vivos tienen metabolismo. Cuando un ser humano muere, desaparecen las diferencias de potencial típicas de los meridianos, aunque se mantienen las más básicas de la materia, que pasará a desordenarse y reciclarse puesto que ya existen esas fuerzas superiores que llamamos vida para mantenerla. Tampoco para defenderse, a través del wei-chi y el sistema inmunológico, de otras formas de vida como es la fauna y flora cadavérica, por lo que el cuerpo se descompone, perdiendo incluso su estructura material.  


Teoría evolutiva de la red electromagnética
    Esto nos lleva a considerar la posibilidad de que la evolución de los seres vivos esté condicionada por la adquisición de un sistema electromagnético cada vez más eficaz. A nivel individuo, la "calidad electromagnética" determina su salud, su longevidad e incluso su éxito en la vida. Quizá la parte más material que vemos todos podría haber utilizado la red de chi como molde para dar soporte. Es posible que lo diferencia un animal de otro más inferior sea su complejidad energética más que la física, que sería secundaria.